martes, 21 de enero de 2014

Ofrenda



¡Ay las calores de primavera!
¡Ay las tardes de luz eterna!
¡Ay esas tertulias de taberna!
¡Ay, quien a esas tardes volviera!.

Es la tarde, es la tarde de Rafael
El hijo del Niño Dios, Rafael
Nuestro gran califa,  Rafael
en el coso de Goya , Rafael.

Pasa la tarde entre silencios
Pasan negras nubes nacidas
De las calores empedernidas
Y de los mas recientes cencios.

Ya resuenan los clarines
ya resuenan los truenos
Ya resuenan  tan ajenos
como lejanos violines.

Laureles de amor
laureles de pasión
laureles de emoción
Laureles de seductor.

Ceras, aromatizad la plaza
a los pies de los califas,
entre capotes de gloria
y vanidades despreciadas.

Ya espero el silencio
ya suena la guitarra
ya huelo tus aromas
ya espero saltar tu burladero.

Ese tu burladero salvador
de pasiones encontradas,
de esas, tus noches de lujuria,
de esas,
mis noches de libertad serena.

Es la noche, es la noche de Rafael
El hijo del Niño Dios, Rafael
Nuestro gran califa,  Rafael
en tu coso del querer mora, Rafael.

Que primero es la vida
y que ya llegará la muerte.



El pecado


Esta obra de 1915 es producto de la época de madurez artística del pintor. Julio Romero de Torres concibió la obra “El pecado” como complemento de su cuadro “La gracia”


Son viejas y enlutadas alcahuetas 
que celosas al alba riegan el día,
Son viejas y enlutadas alcahuetas
las arrogantes dueñas del pecado.

Inmensas tierras donde la paz anida
Siempre a la sombra del redondo 
y a una muy hermosa mezquita, 
y todo pasa a las calores  del día.

San Hipólito, San Hipólito 
protégenos de Venus pecadoras
si, somos las guardesas del pecado
y  de las sombras de sus sueños.

Son viejas y enlutadas alcahuetas 
que celosas al alba riegan el día,
Son viejas y enlutadas alcahuetas
las arrogantes dueñas del pecado.

Celestinas de vanidades
Celestinas de impunidades´,
Alcahuetas de gollería,
Alcahuetas por castigo.

Aún  la blanca belleza se revela,
juventud al servicio de la vida, 
ilusiones frente a la amargura 
de almas somnolientas a la vida.

Que el viento goce tus encantos,
que sueñen los sueños soñadores
abiertos al fluir de las pasiones
como lozanas rosas perfumadas-

Y es que 
Son viejas y enlutadas alcahuetas 
que celosas al alba riegan el día,
Son viejas y enlutadas alcahuetas
las arrogantes dueñas del pecado.